Días después de la exterminación de la Mujer Chinche, mi Yo-el-Poeta nos reunió a todos mis Yo’s para pedirnos volver a la vida in extremis y advertirnos sobre el posible resurgimiento de la Mujer Chinche. Nos recomendó no usar la habitación de mi mente para eventos de lucha libre o cualquier otro evento folclórico que pudiera volvernos hacer uno solo. También recupero el llavero de la Gatita Kitty con todas las llaves de mi corazón y que volvió a su lugar de siempre. Contento de haber reestablecido el orden se marcho dejándonos otra vez en la intemperie del ancho horizonte y el inalcanzable cielo de la esquizofrenia.
Wednesday, April 30, 2008
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