Como todos saben durante el transcurso de mi eternidad ocurren sucesos interesantes dignos de ser contados, pero también ocurren sucesos extraños y que cuya característica es mostrarme una forma de ataque letal hacia el modo de existencia que llevo. La esquizofrenia es un estado del espíritu que mucha gente no comprende y que por lo general pasa inmediatamente a detestar. Por eso no es de extrañarse que durante mi eternidad sufra ataques en contra mi persona y la integridad de mis otros Yo’s. Los ataques son infrecuentes, no tienen estructura o método alguno, pero aun así les presto la mayor atención porque no hay nada en esta vida que me fascine mas el mal deseo y la envidia de los demás. Por lo general los ataques suceden después de la aparición de mi Yo-el-Poeta y en veces durante momentos de plenitud. Uno de los principales actores de estos malévolos actos es mi Bête Noir, la creatura mas antagónica de mi vida cuyo rol principal en mi vida es atacarme aunque para su desgracia lo único que consigue es hacerme mas fuerte. Difícilmente posee la habilidad necesaria para destruirme –pero al menos trata y esto es lo que mas respeto de mi Bestia Negra. En mas de una ocasión ha sido demolida por mi Yo-el-Poeta lo cual la lleva a contraatacarme de maneras sin precedentes pero sin efectividad alguna obviamente. Su mejor arma y táctica de combate son sus deseos apocalípticos en los que cabe mencionar el sufrimiento físico a causa de enfermedades, adicción a drogas farmacéuticas, ataques al corazón, hígado, y riñones. Nadie sabe mejor que ella que mi parte física es la mas vulnerable ya que mi condición mental y espiritual son inquebrantables. Es necesario prestarle atención a estos malos deseos aun mas cuando se materializan en presagios o en enfermedades repentinas. Me valgo de una análisis nietzscheano y de estrategias orientales para contra restar el ataque. Así vivo sorprendido y asombrado de la constante amenaza de un odio cochambroso que me acecha.
Por ejemplo, en el transcurso de los últimos siete días se han roto en la habitación de mi mente cuanto numerosos vasos, copas, y cualquier otro objeto de vidrio. Hoy por ejemplo se rompió parte de una de las veladoras diseñadas para protegerme. Sin duda un hecho insólito que merece una circunspección nietzscheana y hasta foucaulteana, si he de escribir algún día un trabajo erudito sobre la genealogía de los malos deseos de mi Bête Noir.
Estoy listo para el sufrimiento porque es el ensayo a la muerte…
Friday, April 25, 2008
Día #46 - Siempre atento
Posted by
Ivnh
at
10:29 AM
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