Día #56 – La cuarentena por la enfermedad que disque tengo

Nos acaban de informar que estamos en cuarentena. Parece, resulta, se nos ha informado a mí y a toda la comunidad de mis Yo’s que estamos bajo cuarentena por ser portadores de una enfermedad llamada el “Disease de Clamato”, una enfermedad de las tantas que tiene la sociedad borreguil. Uno de los tantos doctores borregos asignado a la entidad de la habitación de mi mente me ha dado las malas noticias.

–Usted y todos sus otros no salen de este lugar porque son portadores de una enfermedad. –nos ha advertido severamente.
–A que la puta madre, y me voy a morir –pregunte sin contratiempos.
–De usted depende –contesto mientras apuntaba en su libreta.

No nos quedo otra mas que atender su petición. De todas maneras ya estábamos resignados a la espera y pronta llegada de la Soledad. La enfermedad será un acompañante mas, incluso ya le preparamos un lugar junto a nosotros para que se siente a a ver la fogata. El doctor Borrego nos ha dicho que el “Disease de Clamato” es transmisible y que podría contagiar a todo aquella que me besara o tratase pasear su lengua dentro de mi boca. Por esta razón mi Yo-el-Besador es el mas afectado (y por consiguiente todos nosotros) debemos permanecer arraigados en la habitación de mi mente hasta que completemos el tratamiento que según me ha adelantado el doctor Borrego consiste en una fuerte dosis de antibióticos Jota y una que otra leche de cabra. – ¿No querrán estos canijos Borregos Feligreses que me vuelva como ellos?—me llene de sospechas.
Total como esto de las enfermedades, plagas, o dolencias nos ha tenido sin cuidado desde que iniciamos el proyecto de la esquizofrenia hemos decidido no alarmarnos sino verlo como un acercamiento mas al final, una muerte lenta y dolorosa si es que esta enfermedad del Clamato y los ocho cuartos es degenerativa aunque lo dudo porque para estas cosas sigo teniendo muy mala suerte.