Día #29 – A propósito de los ataques de mis enemigos comunes

Ser alguien con tanta capacidad y despliegue puede de vez en cuando causarle a la gente que me rodea estragos emocionales o uno que otro trauma psicológico que termina por convertirse en envidia y un mal deseo. Las fuerzas negativas que generan mis enemigos comunes me acosan y terminan en veces por llevarme hacia a los brazos de la fiebre. Solamente así pueden detener mi trascendencia, prevenir que mis otros seres se desplieguen entre las sombras y alcancen la dicha que se merecen.

Las últimas dos noches son un testimonio de la capacidad que tienen mis enemigos comunes para detener mi paso devastador. En esta ocasión además de atacarme con hipertermia me han atacado con narcolepsia. He peleado los escalofríos y los dolores del cuerpo, pero he tenido dificultades para pelear contra el deseo monumental de dormir. Me han vencido y he quedado a la disposición de un sueño pesado que me invita a olvidarme de mi existencia y me muestra una vida común y tranquila.

Esta mañana he encarado a mi Bête Noire y le he preguntado sobre mis enemigos comunes. No me dijo mucho, pero se que por ahí empieza la solución de mi problema. Por el momento seguiré figurando la mejor estrategia para vencer los ataques de narcolepsia.

¡Seguro y lograre la victoria!

Día #28 – Noche soberbia

Si permiten a sus ojos leer mi vida encontraran de qué hoy me siento con una soberbia monumental. Tal es su efecto que los borregos feligreses sufrieron se metamorfosearon en viles y míseros gusanos. Imaginasen entre tanta soberbia pise a mas de uno. Nada más escuchaba su como sus cuerpos crujían y como expiraban entre gritos de dolor. A lo lejos escuchaba las carcajadas de otros gusanos. No tuve mas remedio que seguir total sentirse soberbio es algo como un eclipse lunar, por más que se pronostique uno nunca sabe cuando va volver a ocurrir. Y así mande a chinga a su madre a la Gran Aspiradora y pensé que podía existir dentro de un minuto, y todo esto me regreso a mi estado eterno desde en donde escribo esto.

Y por mucho que quiera regresar al mundo de los borregos feligreses, digo gusanos, no podría porque hoy tengo una soberbia que me ha llevado a desvalorizar todo lo que tengo a mí alrededor, que nunca ha sido mucho, pero la realización de que todo no tiene chiste o fundamento me hace sentirme un poco desprendido de las obligaciones que me tienen obligado. Todo este estado de soberbia me ha permitido situarme en el mundo elemental de la esquizofrenia. El prejuicio es demasiado pero la pasión es ilimitada, al menos.

Y si el día numero 27 de mi existencia me ahogaba, hoy me falta el oxigeno y veo a mi mujer chinche por fin bajo control. Pero he demostrado a mis seres y a mi mismo que puedo librarme de cualquier situación. ¡Un aplauso y una fanfarria a Yo-el-Escapista!

Día #27 - Bajo la amenaza de una mujer chinche

Me ocupan unas preocupaciones derivadas por unos descuidos. Sospecho que estoy bajo la amenaza de una fuerza más grande que la mía. Cuantas cosas he perdido en estos últimos días, tantas que no las recuerdo, entre estas mi queja o querella por la falta de tiempo. Me siento un sonámbulo entre calles desiertas, la oscuridad no cobija más mi secreto, estoy al descubierto y por lo tanto vulnerable a la corriente de los sentimientos.

Son cosas del eterno retorno supongo; son eventos que me tienen que suceder de nuevo para que pueda vencerlos otra vez; son situaciones que debo de navegar si he de algún día estar fuera de una vez por todas de las dimensiones patéticas que produce el amor por una mujer chinche. Y bueno alguna vez mi
Bête Noire me dijo que tropezaría con una piedra, que el amor me podría llegar, que perdería la cabeza y no se que tanto mas. Aquel día yo me reí de tan semejante predicción. Quizá tenía razón y ahora me veo en la necesidad de buscar solución.

Mientras tanto mi otros Yo’s están escondidos temiendo por su existencia por nunca antes habían tenido como invitada a una mujer, una mujer chinche, que se me ha aparecido para intercambiarme mi amor propio por amarla a ella sin mesura y con mucha pasión. Háganme ustedes el favor.

Día #26 – Yo acuso a el Tiempo

Los nuevos días no son mas que el regreso de aquellos días en los que pensaba mucho y hacia poco. Tanto es mi fastidio que he concluido que el tiempo es el culpable de mi incapacidad actual. El tiempo, mis queridos lectores, es de lo peorcito que tenemos entre nosotros; digo… pienso… y aquí declaro que el tiempo no es suficiente en-si mismo, difícil es pedirle auto-suficiencia cuando vive en un limitación propia que parece llevarlo al fracaso. No rinde como solía hacerlo, y no soy el único con esta querella, los borregos feligreses se quejan de lo mismo.

El tiempo parece ser como una pila de un ordenador portátil que se va desgastando, una pila que se carga y se recarga, pero que poco a poco su rendimiento decae al punto que ya no es posible cargarla.

Juzguen por ustedes mismos…

Día #25 - Mi nueva manía

Aquellos que me conocen o dicen saber conocerme ignoran mi nueva tendencia. Digamos que más que tendencia es una manía que me ha llevado a tomar una postura firme ante la necesidad, como todos lo borregos feligreses, de irse a dormir todas las noches para volverse a despertar al día siguiente. Mi objeción de conciencia se debe a mi deseo de continuar el día hasta su infinidad para desplegar todos mis Yo’s por sus respectivos caminos y poder así mantener el momentum. Aunque el mundo de los sueños me parece exquisito y digno de ser vivido, es crucial al menos para mi vivir el día lo mejor que pueda. Eso de irse a dormir y dejar el día medio empezado, y en veces sin gran logro me parece absurdo. ¿Para que gastar días si no le doy abasto a uno?

Mis lectores saben bien –porque borregos son –que mi reloj también consta de 24 horas y mi semana termina en el séptimo día. Mi nueva postura me ha conducido a pensar que es posible buscarle la hora 25 al reloj y desgarrarle a la semana gregoriana el día 8. ¡Fuck –figure that out! ¡Imagínense todo lo podría hacer!

Mi tarea no es fácil. Tendría que mover unas estrellas y crear una especie de catástrofe cósmica para conseguir mi objetivo. Pero se que vale la pena intentar. Mientras tanto seguiré extendiendo mi día lo más que pueda aunque me cague de sueño y mis almohadas me reclamen.

Día # 24 - A propósito de mi Caja Negra

Cuando la conexión a mi Caja Negra no funciona o inesperadamente se cae, lo único que puedo hacer es esperar a que la conexión WiFi encuentre el camino hacia mi Caja Negra. En mi Caja Negra guardo todo lo esta construido con letras y donde tengo parte de la Memoria Extraviada que en veces recuerdo y en otras olvido—por eso es la llamo mi Memoria Extraviada qué quede claro. Al dado caso, utilizo mi Caja Negra para muchas cosas mas entre otras para esclavizar a mi Yo-el-Trabador, ósea el ser contra puesto a mis otros Yo's que trabaja constantemente para mantener los vicios de aquí su servidor y de mis otros seres múltiples. Así la Caja Negra sirve dos propósitos fundamentales en nuestras existencias: El primero la extensión por medio de letras edificadas en párrafos que describen las andanzas de mis múltiples seres por tierras lejanas, mientras a la misma vez, le sirve exclusivamente a mi Yo-el-Trabajador para almacenar trabajos y tener un buen performance para los trabajos que hace y así pueda darnos el dinero que necesitamos para poder extendernos entre los borregos feligreses.

Pero hoy mi Caja Negra no ha sido encontrada por la conexión WiFi del café en donde me encuentro. ¡Demonios apocalipticos! Estamos perdiendo dinero porque mi Yo-el-Trabajador no esta produciendo, pero esperamos que se pueda conectarse a la Caja Negra de alguna manera u otra, quien sabe sin necesitemos castigarle porque yo no tolero la inutilidad. Ha perdido horas valiosísimas tratando de conectarse. ¡Es un pendejo! Con esto de la recesión del gobierno federal de los borregos feligreses nuestros múltiples estilos de vida pueden ser modificados para ahorrarse dinero. Por eso es que este imbecil trabaje ya.