Día #23 - Los ruidos de mi mente

Among las cosas que me perturban en este momento, que agüevo siempre son demás, es la inquietud de volar sin el avión. Las ingravidez que siento me lleva a condicionar el momento con música trance y un poquito de cerveza, brandy, y pues vino también. Hoy entre los tragos que le pegaba a mi Heniken pensé que podría buscar el mejor restaurante de Sushi de Ivanolandia, lugar de origen y en donde paso la mayor parte de mis días. No es Disneyworld o Disneyland sino un puto lugar que yo me invente y punto. Decía pues que buscare el restaurante más de puta-madre, ultra orgásmico de comida japonaise. ¡Agüevo que lo encontrare!

Very well then, I should say that I find myself en una situación un poco común y algo complicada. Siento y a veces tanto pinche sentimientos o presentimientos me llevan a pensar que mi vida esta a punto de descarrilarse. Que en otras palabras o connotaciones científicas se podría explicar que yo y todos mis seres múltiples corremos el riesgo de caer en inconsistencias que nos llevarían a la destrucción. Y es que en el mundo en donde vivo ahora esta lleno de luces y ruido, tanto así que me han llevado a hacer cosas que nunca pensé que volvería hacer.

De por si soy un hombre de variantes múltiples, no necesito mas perplejidad en mi vida ni tampoco el variante del amor que continua acechándome como la plaga negra. ¿Pero como cerrar filas cuando los besos son bacteria e infectan?

Por eso hoy me he tomado una cerveza y a la rapidez de la música trance he sonreído e irónicamente he volteado a ver a la Gran Aspiradora.